El agua trasmite todo tipo de información, hasta la célula más pequeña de nuestro organismo y nuestra mente.
Masaru Emoto en su obra «Mensajes del Agua», constató que el agua percibía los sonidos, que era sensible a la música, a las palabras y al medio.
Las moléculas aromáticas de las plantas, cuando se diluyen en el agua, refuerzan el mensaje que quieren transmitir.
Masaru Emoto al fotografiar cristales de agua congelada se dio cuenta de que todos eran diferentes, que los había más bonitos o deformes en función de su procedencia y por tanto del grado de pureza del agua.
También afirma en su libro: “El pensamiento humano, las palabras, la música, las etiquetas en los envases, influyen sobre el agua y ésta cambia a mejor absolutamente. Si el agua lo hace, nosotros que somos 70-80% agua deberíamos comportarnos igual”.
~ EL AGUA ES EL REFLEJO DEL ALMA ~
Masaru Emoto